En auto atravesarás hermosos paisajes de camino hacia Lucca, una ciudad renacentista amurallada fuera de las rutas turísticas habituales. Con sus calles adoquinadas y sus paseos arbolados, es una ciudad discreta, transitable a pie y una delicia para los fotógrafos. Para vistas panorámicas, podrás subir a la Torre Guinigi, conocida por las encinas en su azotea. Irás al pueblo medieval de Montecarlo di Lucca para echar un vistazo a su peculiar laberinto de callejuelas estrechas. Almorzarás en una típica trattoria toscana. Más tarde retrocederás en el tiempo visitando el pueblo de San Miniato “¡quién podía esperárselo!»…colgado en lo alto de tres pequeñas colinas entre Florencia y Pisa. Destaca la sorprendente arquitectura y sus productos más famosos como la piel de curtición vegetal y las trufas blancas en los bosques cercanos.
*NOTA: Almuerzo no incluido