La monumental y misteriosa Sacra de San Michele (Abadía de San Miguel) está dedicada al Arcángel Miguel. Construida en el siglo X en un promontorio rocoso que se eleva espectacularmente sobre el Valle de Susa, es a la vez impresionante, solemne, austera y gloriosa -una visión paralela del Mont Saint-Michel en Normandía. Los monjes benedictinos ofrecían refugio a los peregrinos que atravesaban la Vía Francigena, una importante ruta de peregrinación. Sirvió de inspiración para la abadía laberíntica de Umberto Eco en «El nombre de la Rosa». La antigüedad y la oración que filtra a través de las paredes, se difunden por los arbotantes y hacen eco en la Escalera de los muertos. ¡No te lo pierdas!
*NOTA: Almuerzo no incluido